El término inteligencia emocional es relativamente novedoso. De forma tradicional, se ha medido la capacidad de las personas a través del cociente intelectual, clasificando así a las personas en función de su inteligencia cognitiva o bien académica y que ha sido definida, por los profesores Resing and Drenth en su libro “¿Qué es la inteligencia?”, como “El conjunto de las habilidades cognitivas o intelectuales precisas para conseguir conocimientos y usar esos conocimientos de forma correcta con la intención de resolver problemas que tengan una meta y una meta bien descritos”.
En el año 1983 Howard Gardner publica su obra más esencial, “Estructuras de la mente: la teoría de las inteligencias múltiples (mil novecientos ochenta y tres)” que supuso una aportación fundamental para conseguir conocer con mayor profundidad la complejidad del ser humano y que, ciertamente va mucho más allá de lo que puede apuntar el cociente intelectual de las personas.
Conforme Gardner, las inteligencias que poseemos las personas, además de la intelectual son:
- Inteligencia lingüística:
- Inteligencia lógico-matemática
- Inteligencia espacial
- Inteligencia musical
- Inteligencia anatómico y cinestésica
- Inteligencia intrapersonal
- Inteligencia interpersonal
- Inteligencia naturalista
Cuando Daniel Goleman publica en 1995 su libro “Inteligencia emocional” incorpora un nuevo factor en el comportamiento que deduce de sus investigaciones sobre el comportamiento de personas en diferentes situaciones rutinarias como la pareja, la familia, el trabajo…
Descubre que hay bastantes personas con el cociente intelectual muy alto que presentan esenciales inconvenientes de adaptación a su ambiente social y a la inversa.
El psicólogo Adrián Triglia, en un artículo publicado hace meses en Sicología y Mente, afirma que la Inteligencia sensible ayuda a las personas porque:
- Mejora el autoconocimiento, el autodescubrimiento y mejora la toma de decisiones
- Mejora el rendimiento laboral y la productividad
- Resguarda y evita el agobio y el nerviosismo
- Mejora las relaciones interpersonales y la empatía
- Favorece el desarrollo personal
- Otorga capacidad de influencia y liderazgo
- Favorece el bienestar psicológico y el equilibrio emocional
- Reduce la ansiedad y ayuda a superar la depresión y la tristeza
- Aumenta la motivación y ayuda a alcanzar las metas
- Ayuda a dormir mejor
En las próximas entradas, profundizaremos más en la teoría de la inteligencia emocional en la escuela infantil (también en las inteligencias múltiples) para aportar nuestro grano de arena a madres y progenitores que tengáis interés en conocer estas materias. Hay que tomar en consideración que si bien, el centro educativo es uno de los participantes en la formación de las personas, la familia cobra un papel totalmente protagonista en su desarrollo. Es el más esencial.
Es por esta razón que en Escuela Infantil MiniCole Priego, creemos que tenéis que estar informados sobre el campo del desarrollo en especial en las primeras etapas de crecimiento.
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